Entender y aplicar las verdades de la Palabra de Dios sobre el divorcio y el volverse a casar trajo liberación a nuestro matrimonio. Cuando nos volvimos a casar, atamos las manos de Dios para que no trabajara en nuestro primer pacto matrimonial. Él considera el pacto matrimonial un reflejo de Su pacto eterno y quiere que trabajemos con el ‘Plan A’, no que busquemos otro cónyuge o ‘Plan B’. Entendimos que no era el acto sexual en nuestro matrimonio actual el acto de adulterio a los ojos de Dios, sino la ruptura del primer pacto matrimonial. Cuando entendimos esto, estuvimos de acuerdo en decir la oración en la sección de aplicación de vida de la lección #2 de Casados por la Vida. Actuamos por obediencia cuando oramos. Inmediatamente después de rezar la oración, nos dimos cuenta de que se nos había quitado una gran carga espiritual.

Después de arrepentirnos, nos sentimos limpios y libres, como cuando habíamos nacido de nuevo. Nunca lo olvidaremos. Más tarde, durante la intimidad, nos sentimos más cerca que nunca. Era como si se hubiera derribado un muro que había entre nosotros. Esa noche, durante la oracion, inmediatamente despues de cerrar sus ojos, Dave recibio una vision de un corazon humano que estaba lleno de agujeros y goteando sangre. Al cerrar sus ojos de nuevo, el Espíritu le mostró un corazón humano que estaba entero y sano. El Espíritu entonces le habló que el primer corazón era una imagen de nuestro matrimonio antes de que oráramos la oración de arrepentimiento. Dios quería derramar Sus bendiciones en nosotros pero no podíamos retenerlas y se escapaban. El corazón entero que vio se produjo después de rezar la oración.

La oración de arrepentimiento nos puso de acuerdo con la Palabra de Dios y le permitió a Él traer plenitud y sanidad a nuestro matrimonio. Ahora, Dios puede derramar bendiciones sobre nuestro presente pacto matrimonial y nosotros podemos recibirlas.

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